La Bocona - En la marcha de ayer Alfredo
Olivera, preso político de la última dictadura militar y secretario de la Comisión provincial de
Derechos Humanos que elaboró el Informe sobre la represión en La Rioja, volvió
a confirmar con su testimonio la participación del jefe del ejército en su
interrogatorio.
Ante una plaza colmada de gente
Olivera relató: “Yo fui secretario de la Comisión provincial de Derechos
Humanos. Recogíamos los testimonios de la gente que había sufrido este tipo de
violaciones. En mi declaración describí con todos los detalles que podía, la
situación que vivimos acá y en La Plata, donde estuve detenido”.
“Milani fue y cercaron mi
domicilio, estando toda mi familia, y se llevan a mi padre. Era un chico joven,
rubio, alto, el encargado del operativo. Ahí me dicen que se lo llevan para
averiguación de antecedentes. Inmediatamente me pongo en campaña para cuidar a
mi viejo ya que había tenido una embolia pulmonar. Fui al IRS a llevarle los
remedios. Milani me dice que se va a llevar a mi padre, me lo dice a mí. Ahí es
la primera vez que lo vi. El lunes siguiente me llevan detenido a mí desde la
Municipalidad, donde yo trabajaba. Yo supe en todo momento que iba a la cárcel.
Pero para mi familia estaba desaparecido. Después de diez días me ponen a
disposición del juez federal. Ese día que me llevan al juzgado federal, me
lleva Milani. Primero me ponen en un calabozo del juzgado y luego me llevan
ante el juez Roberto Catalán. El juez me indica una sala donde debía declarar.
Declaro con el secretario del juzgado, Armatti, y, conmigo, entra a la sala
Milani. El estuvo en todo momento en la sala. La mayoría del tiempo estuvo
hostigándome, diciéndome “acá se te acaba la carrera de guerrillero”, que yo
había negado que me “habían invitado a la Compañía de Monte”. En fin estuvo
todo el tiempo hostigándome, acusándome. El momento en que no lo hizo fue
cuando el secretario del juzgado le pregunta su apellido y el le dice: Milani.
Yo traté de guardar ese dato. Y por eso lo recordé en la declaración de 1984.
Esa interrogación se corta bruscamente cuando entra el juez Catalán y me dice
“ahora le vamos a dar con los familiares”. Cuando entró mi viejo él todavía me estaba acusando,
hostilizando. Al otro día me mandan a La Plata. Yo no tengo ninguna duda de que
Milani es el que estuvo conmigo en el juzgado y el que se llevó a mi viejo de
mi casa” afirmó Olivera.
“Yo creo que no tenemos nada para
inventar” dijo refiriéndose a los servicios de inteligencia como los hacedores
del genocidio. “Servicios de inteligencia preparados por la CIA en la Escuela
de las Américas para torturar, interrogar, ese es el que estuvo al frente de la
represión en la Argentina. Entonces por qué tenemos que creer que un oficial de
inteligencia está libre de culpa y cargo” finalizó Olivera.
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