martes, 6 de agosto de 2013

A contramano de Castro Barros

La Bocona - La comunidad del pueblo de Chuquis pide desde hace años el alumbrado público de su vía de ingreso. La alegría del reciente anuncio de confirmación de la  obra, se vio opacada por una pelea entre funcionarios que se disputan la gestión de la misma. El intendente Del Moral y el Director de Asuntos del Interior del Ministerio de Desarrollo Social, Marcelo Menem, polemizaron por los medios para ver a quién le corresponde el mérito de poner las luces, olvidando que, cuando se trata de obras para el pueblo, poco importan el protagonismo, la mezquindad y el rédito personal. El prócer de la Independencia, Pedro Ignacio de Castro Barros, mira petrificado desde su busto en la oscuridad.

En una esquina, Marcelo Menem anunció por El independiente que la gente de la unión vecinal de Chuquis le acercó la inquietud de iluminar el camino de entrada al pueblo y él, con mucha predisposición armó el proyecto y se lo entregó al gobernador. Según Menem el proyecto fue elaborado por el área de Electrificación Rural del EUCOP, a cargo del ingeniero Carlos Fernández.   El anuncio incluyó también la iluminación de la gruta de la virgen. El funcionario provincial termina arguyendo que es un pedido que hace diez años que no tiene respuesta.

En la otra esquina, Del Moral, a quien no le gustan los golpes bajos, acudió a los réferis de la pelea y remató con un contragolpe diciendo que la iniciativa es fruto de la senadora Hilda Aguirre de Soria, del ministro de Infraestructura Néstor Bossetti y de él mismo. Y como si fuera poco las 8 luminarias prometidas por Menem subió la apuesta diciendo que la obra consta de 34 luminarias, más dos reflectores” y anunció que junto a Soria y Bosseti, se “están realizando gestiones para iluminar las entradas a Los Molinos, Anjullón y San Pedro”.

Por lo menos no es una bomba de humo ya que, sea quien sea el padre de la criatura, la obra está en marcha. Pero la actitud de las dos personas involucradas nos permite reflexionar acerca de las mezquindades de funcionarios que, como si no hubiera obras para hacer, se pelean para figurar en la misma, dejando de rehén político a los chuqueños que son los que realmente necesitan que su camino de ingreso salga de la penumbra.

Qué diría el honorable chuqueño Pedro Ignacio de Castro Barros a quien su humildad no le permitió corromperse por inútiles ansias de fama, entregando todo por la patria y a quien hoy, la historia reconoce en su verdadera justeza. Fundar una escuela, ser rector de la Universidad de Córdoba, diputado al Congreso de Tucumán, seguramente son acciones mucho más valorables que instalar una hilera de focos, pero nuestros funcionarios parecen empecinados en equivocar el camino, iluminado por el mismo, de Castro Barros. 

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